Benjamin Netanyahu centró su intervención en la crítica a los gobiernos que han reconocido a Palestina, afirmando que esos gestos “envían un mensaje: asesinar a los judíos se recompensa” y que incentivan la impunidad y la violencia. Durante su discurso en Nueva York el primer ministro aseguró —sin aportar verificación independiente en la intervención— que “cerca del 90% de la población palestina celebró el ataque del 7 de octubre” y comparó la entrega de territorio a los palestinos con dar un “estado a Al Qaeda” en Estados Unidos tras el 11 de septiembre.
El jefe de gobierno rechazó la viabilidad de una solución de dos Estados: sostuvo que los territorios entregados han sido usados para atacar a Israel —citando el caso de Gaza— y acusó a las autoridades palestinas de pagar a terroristas. Además reiteró la amenaza que, según él, representa Irán en la región y pidió a la comunidad internacional restaurar sanciones contra Teherán, agradeciendo al presidente estadounidense por su postura. Sobre la campaña militar en Gaza, Netanyahu defendió que Israel ha tomado medidas para minimizar bajas civiles y exigió a Hamas la liberación inmediata de los rehenes, advirtiendo que, si no lo hacen, “Israel los encontrará”.
Tomado de: https://www.nationalgeographicla.com/
El jefe de gobierno rechazó la viabilidad de una solución de dos Estados: sostuvo que los territorios entregados han sido usados para atacar a Israel —citando el caso de Gaza— y acusó a las autoridades palestinas de pagar a terroristas. Además reiteró la amenaza que, según él, representa Irán en la región y pidió a la comunidad internacional restaurar sanciones contra Teherán, agradeciendo al presidente estadounidense por su postura. Sobre la campaña militar en Gaza, Netanyahu defendió que Israel ha tomado medidas para minimizar bajas civiles y exigió a Hamas la liberación inmediata de los rehenes, advirtiendo que, si no lo hacen, “Israel los encontrará”.
El primer ministro también denunció un aumento del antisemitismo global tras los hechos recientes y defendió la actuación del Estado israelí frente a críticas internacionales, asegurando que muchos líderes lo apoyan en privado. En su cierre prometió que Israel “no va a descansar” hasta traer a los rehenes y eliminar la amenaza que, según él, representa Hamas.