El malware se distribuye a través de enlaces maliciosos en Telegram y sitios web falsos (phishing). Una vez instalado, el virus puede acceder a mensajes SMS, registros de llamadas, notificaciones, información del dispositivo, e incluso tomar fotos o realizar llamadas sin permiso del usuario, explicó Vishnu Pratapagiri, investigador de la firma Zimperium, a The Hacker News.
ClayRat se propaga automáticamente enviando enlaces infectados a los contactos de la víctima, buscando multiplicar su alcance. En los últimos tres meses se han detectado más de 600 variantes activas, cada una con nuevas capas de camuflaje para evadir la detección de los antivirus y las medidas de seguridad de Google.
Los especialistas advierten no descargar archivos APK desde fuentes no oficiales, ni hacer clic en supuestos enlaces para acceder a beneficios como “YouTube Premium gratuito” o versiones actualizadas de WhatsApp.
El virus simula ser un instalador de actualización de la Play Store, pero en realidad activa el robo de datos y el control remoto del dispositivo.
